Cada vez somos más conscientes de la importancia de usar protector solar para cara y cuerpo, ya que ahora sabemos que los rayos del sol, aunque no los veamos, afectan nuestra piel todos los días.
Pero hay un punto importante que no siempre está tan claro y esto es el Factor de Protección Solar (SPF por sus siglas en inglés). Es común tener dudas sobre sus distintos niveles y cómo elegir el más adecuado para cada tipo de piel.
Es por eso que en esta guía te explicamos qué es el SPF, cómo funciona y cuál ofrece mayor protección. También te damos algunas recomendaciones para aplicar correctamente el producto y conseguir la máxima protección solar.
¿Qué es el SPF o Factor de Protección Solar?
SPF significa Sun Protection Factor y es la medida que indica cuánto tiempo puedes estar expuesto al sol sin quemarte, en comparación con no usar protección.
Por ejemplo, si normalmente tu piel comienza a enrojecer a los 10 minutos, un SPF 30 te protegería por unos 300 minutos, en teoría.
Es por eso que, saber elegir el factor de protección solar adecuado es importante para proteger tu piel de la mejor manera, de acuerdo con su tipo y las actividades que realizas.
¿Cómo funciona el SPF en la piel?
Como sabes, los protectores solares actúan como una barrera ante los posibles efectos dañinos del sol: algunos absorben los rayos UV y los transforman en calor, mientras que otros los reflejan.
Aquí es donde entra el papel del PFS en los protectores solares: protege principalmente contra los rayos UVB, que son los responsables de las quemaduras solares.
Sin embargo, también están los rayos UVA, que penetran más profundamente. Por eso, los protectores solares recomendados deben ser de “amplio espectro”, que significa que cubre tanto UVA como UVB.

Niveles de SPF: diferencias entre los que existen en el mercado
Actualmente, en el mercado es posible encontrar productos con diferentes grados de protección solar: SPF 15, 20, 30, 35, 40, 45 o 50.
Entonces, ¿qué bloqueador solar debo usar? El nivel de protección solar que necesitas no es solo cuestión de número, también depende de tu piel y tu día a día. Aquí te explicamos en qué casos se recomienda cada uno:
SPF 15: protección mínima para exposiciones breves
Este nivel ofrece una protección por un corto tiempo y bloquea alrededor del 93% de los rayos UVB. Puede funcionar si tu piel es oscura, si estás casi siempre en interiores y te expones un poco al sol.
Aun así, no es la opción más recomendada para uso diario prolongado.
SPF 20: una protección ligera para el día a día
Filtra cerca del 95% de los rayos UVB. Es ideal si vives en climas con poco sol, si tu piel no es tan sensible y si pasas poco tiempo al aire libre. Es una opción ligera y cómoda.
SPF 30: el estándar recomendado para la mayoría de las personas
Dentro de todos los niveles de protección solar, este se considera el más equilibrado, ya que ofrece un 97% de bloqueo UVB, pero sin ser demasiado denso o pesado.
Funciona bien para la mayoría de los tonos y tipos de piel.
SPF 35: un nivel intermedio para mayor seguridad diaria
Si quieres un poco más de protección, sin llegar al SPF 50, esta es una buena opción.
Es útil en días soleados o cuando tu exposición al sol es más larga de lo habitual, como caminatas, traslados o actividades breves al aire libre.
SPF 40: protección avanzada para zonas soleadas.
Bloquea alrededor del 97.5% de los rayos UVB. Es una alternativa para quienes tienen piel sensible, trabajan al aire libre o viven en zonas muy soleadas.
Suele venir en fórmulas más ligeras, por lo que no se siente pesado ni graso.
SPF 45: una opción para pieles reactivas o propensas a manchas
Ideal si tienes hiperpigmentación, melasma o estás bajo tratamientos dermatológicos, o si tienes una piel que se irrita con facilidad.
Este nivel proporciona una defensa más robusta, sin que tengas que llegar a fórmulas densas.
SPF 50: protección alta para condiciones extremas
Gracias a que tiene un factor solar más alto, bloquea hasta el 98% de los rayos UVB, por lo que es perfecto si tu piel es muy clara o si planeas pasar muchas horas bajo el sol.
También es el más recomendable para ir a la playa, realizar deportes al aire libre o si vives en zonas de gran altitud.
Factores personales a considerar para elegir un protector solar
El tipo y tono de piel, es decir, los distintos fototipos cutáneos, también son una guía para elegir el nivel de protección. Te recomendamos tomar en cuenta lo siguiente:
- Piel clara: requiere mayor protección (SPF 30 a 50), ya que es más propensa a quemarse.
- Piel media: puede usar SPF 30 o 35 sin problemas, aunque siempre dependerá del tiempo de exposición.
- Piel oscura: aunque es menos propensa a quemarse, también necesita protección para evitar envejecimiento y manchas. Un SPF 20 a 30 podría ser suficiente si no te expones demasiado.
Estilo de vida y exposición diaria al sol
- Trabajas en interiores: podrías usar SPF 20 o 30 si solo te expones en traslados.
- Pasas tiempo al aire libre: elige un SPF 35 a 50, según la intensidad del sol.
- Vives en ciudad o playa: Elige un SPF 50, ya que las superficies como el agua, la arena o el concreto reflejan los rayos UV y aumentan su impacto.
Otros tipos de protectores solares que puedes elegir
Actualmente, existen diversos productos con alta protección solar, en formulaciones que aportan beneficios extra para la piel, como:
- Protector solar hidratante, que tiene ingredientes nutritivos que penetran en la piel para hidratarla.
- Protector solar con color, que sirve para unificar tu tono de piel, o como base de maquillaje con factor de protección solar.
- Protector solar mineral, o de tipo “físico”, que se caracteriza por no absorberse en la piel, por lo que es una alternativa si eres sensible a otras fórmulas.

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Consejos para integrar el protector solar en tu día a día
- Aplica al menos 15 minutos antes de salir.
- Usa una cantidad generosa: el equivalente a dos líneas en tus dedos para la cara y una cucharadita para el cuello y zonas del cuerpo expuestas al sol.
- Reaplica cada 2 horas, o después de sudar, nadar o secarte con toalla.
- Si usas maquillaje con SPF, no dependas solo de eso. Aplica protector solar antes y reaplica con barras o polvos con filtro solar.
Conclusión
Elegir el factor de protección solar adecuado puede prevenir daños irreversibles a largo plazo, desde manchas hasta enfermedades graves, y ahora sabes que es necesario observar tu piel, tu entorno y tu estilo de vida para elegir el más apropiado.
Y recuerda que también es importante reaplicarlo y combinarlo con otras formas de protección como gafas, sombreros o ropa UV, y también estar atento a las señales que te da tu piel.
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